El pasado 17 de noviembre de 2020 el Centro Internacional de Responsabilidad Social y Sostenibilidad – Centro RS, con el apoyo de Drummond Ltd. y en alianza con Portex – Reputación Corporativa y Good, Comunicación para el Desarrollo Sostenible, llevaron a cabo el Encuentro RS Minería Posible; un espacio de conversación virtual, de comprensión y concertación sobre la actividad minera en Colombia.
Con el fin de hacer mucho más enriquecedor este diálogo, el Encuentro contó con la participación de importantes referentes del gremio minero, del Gobierno Nacional, de la academia, de organizaciones sociales y de empresas destacadas del sector, que ofrecieron a los asistentes dos excelentes conversatorios:
Donde se socializaron las buenas prácticas, los aprendizajes y las experiencias de la industria minera, durante la pandemia, la cual a raíz de los decretos del Gobierno Nacional, quedó exenta de restricciones y trabajó estrechamente con las comunidades.
Donde se presentaron los futuros aportes de la minería para la reactivación económica nacional, la influencia de este sector en varias regiones del paìs y el compromiso que existe para la construcción de un nuevo diálogo en torno a esta industria.
Erick Pichot, Presidente del Centro Internacional de Responsabilidad Social – Centro RS dirigió las palabras de bienvenida al Encuentro y seguido a él, Rafael Mateus Hoyos, Director General de Portex – Reputación Corporativa y Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), dió inicio a la construcción de un nuevo relato de la minería responsable, con su charla de apertura.
Desde hace algunos años, la minería en Colombia y en el mundo ha entrado en una comprensión irracional y desinformada sobre su actividad, su aporte y su impacto económico, social y ambiental en los territorios donde se desarrolla. Algunas organizaciones y movimientos ciudadanos se inclinan hacia la prohibición, sin tener en cuenta la importancia de esta industria para el desarrollo de muchos otros sectores.
Es responsabilidad de los representantes del gremio, de las organizaciones y autoridades que trabajan de la mano con él, de las empresas mineras y de todos aquellos que están involucrados en esta actividad, generar una nueva conversación sobre la actividad minera en Colombia y cómo es posible realizarla sosteniblemente; visibilizando su aporte en los territorios y en las comunidades, más allá de la generación de empleo y de los beneficios fiscales que genera.
El punto de partida para lograr un cambio en la conversación y en el imaginario colectivo es identificando el entorno y las problemáticas que padecen las comunidades en cuestión, ya que en ocasiones estos conflictos son atribuidos a la actividad minera sin ninguna razón. Después, al tener claro el panorama y al ejecutar acciones correctivas, será mucho más sencillo generar conciencia sobre el papel que juega la minería a la hora de garantizar los derechos fundamentales de las comunidades, tanto en los sectores donde desarrollan sus actividades, como en el país.
Rafael Mateus, Director General de Portex – Reputación Corporativa, nos brinda su percepción sobre cómo debe abordarse este diálogo y sobre en qué demandas sociales debe hacerse énfasis a la hora de construir este nuevo relato:
Según varios estudios, en Colombia, México y Perú el conflicto en esencia en torno a la industria minera se fundamenta en cuatro categorías:
El extractivismo y la exploración no representan para las comunidades un problema o una afectación directa, son un catalizador a otras razones de conflicto preexistentes como la pobreza, las administraciones débiles, el centralismo y la baja participación ciudadana. Ante estas problemáticas es que se debe abordar el diálogo conciliador y consciente sobre la minería, ya que a pesar de que las empresas mineras han optado por reportar sus impactos bajo estándares internacionales de sostenibilidad y responsabilidad social, con el fin de mitigar la estigmatización existente, no ha sido suficiente porque no impacta a todas las razones de conflicto.
Más allá del impacto en el sistema de salud y en las dinámicas sociales a raíz del aislamiento, el virus del COVID-19 provocó una crisis socioeconómica global sin precedentes, El Banco Mundial estableció un decrecimiento en la economía para el 2020 de 5.2% a nivel global, para Estados Unidos del 5.7%, para la Eurozona de 8.8% y para Colombia, según el Banco de la República, de -7.6%.
La oferta y la demanda se vieron altamente afectadas: la oferta, debido a que por las medidas de confinamiento se detuvieron varios eslabones de la cadena de suministro; y la demanda, debido a las restricciones de movilidad y al cierre de las actividades económicas no esenciales, que provocaron que los sectores que adquieren insumos de la minería redujeran su consumo.
Los inversionistas fueron uno de los primeros actores que padecieron la incertidumbre que el virus del covid-19 provocó, a raíz de ello las exportaciones y los ingresos al paìs se derrumbaron significativamente. Para el segundo trimestre del 2020, en comparación con el mismo periodo del año pasado:
Todos estos efectos se provocaron a raíz del impacto del virus en la economía nacional y mundial, sin embargo, la industria minera fue una de las actividades que el Gobierno Nacional decretó exenta de restricción para su operación.
Este hecho permitió que empresas mineras como Drummond Ltd. trabajaran de la mano con la comunidad, con las autoridades locales, y especialmente, con el sector de la salud a través del Ministerio de Salud y de las Secretarías de Salud municipales, para garantizar que su operación en los territorios no representara ningún riesgo; esto mediante estrictos planes de bioseguridad que se empezaron a trabajar antes que el virus llegara a Latinoamérica.
Gracias al diálogo con la comunidad y al conocimiento que se adquirió en cuanto a este tema, Drummond recibió el voto de confianza por parte de las autoridades y de la comunidad para reiniciar su actividad con todos los retos que esto conllevaba:
El trabajo con el Ministerio de Salud y las Secretarías de Salud municipales fue mucho más allá, buscando principalmente que el aporte a la comunidad fuera de gran magnitud…
Medidas similares tuvieron que ser tomadas por varios sectores de la actividad minera, como el de las esmeraldas, Ernesto Chaparro, Analista Minero en Gearne y expositor del primer conversatorio, presentó en el Encuentro RS Minería Posible, algunos datos y actividades que el sector de las esmeraldas llevó a cabo:
Todas estas labores que la industria ha tenido que implementar con el fin de poder seguir operando y de ser un aliado estratégico en las regiones donde tienen presencia, representan un alto costo, el cual para las pequeñas y medianas empresas mineras significa un impacto económico más fuerte. Uno de los retos más importantes que asumieron estas empresas fue el de la transformación digital, área en la cual se vieron obligados a adaptarse rápidamente con el fin de no perder competitividad.
A pesar de ello, su reacción frente a esta crisis fue solidaria. Pequeñas empresas mineras de Antioquia, Cundinamarca, Boyacá, Norte de Santander y Santander, decidieron ir más allá del apoyo que prestaron a sus trabajadores y aportaron en gran medida a las comunidades donde tienen incidencia.
Esta crisis permitió que las empresas mineras demostraran mucho más su compromiso con el aspecto social de la sostenibilidad, sin embargo, implementar a cabalidad todos estos àmbitos trae consigo muchos retos. Alfredo Araújo, Gerente de Relaciones con la Comunidad en Drummond Ltd. y expositor del primer conversatorio, destacó en el Encuentro RS Minería Posible uno de los retos más importantes de las empresas mineras frente a la sostenibilidad en estos tiempos de crisis:
Frente a esta crisis, el sector minero se evidenció como un aliado estratégico muy importante para varias regiones del país y demuestra que es una de las industrias con mayor capacidad de resiliencia.
El debate sobre minería sostenible se ha vuelto cada vez más frecuente y a su vez complejo, debido a la estigmatización y desinformación que existe en torno a la actividad minera en Colombia. A raíz de ello, ha surgido la inquietud sobre qué acciones se deben tomar con el fin de cambiar el imaginario colectivo y cómo debe abordarse este diálogo para visibilizar que la minería sostenible es posible y cómo se hace posible.
La minería sostenible es aquella que coexiste con el desarrollo sostenible del territorio, que no atenta contra el medioambiente, contra las condiciones sociales ni contra el desarrollo económico, sino que por el contrario a través de su incidencia en los territorios, trabaja de la mano con actores clave para garantizar el bienestar de estos tres factores..
El ámbito económico es uno de los más importantes porque depende de que se garantice un óptimo impacto social y ambiental. Frente a ello, la minería ha sido un aliado muy importante para el país, ha sido un estabilizador de las finanzas públicas incluso en años complejos donde el comercio exterior fue débil.
*En el 2018, la industria minera realizó un aporte de 4 billones de pesos en impuestos de renta y regalías, y así mismo le ha aportado al país alrededor del 1,4% al PIB.
A raíz de la crisis económica que ha generado la pandemia, la industria minera tiene un reto muy grande en la reactivación económica nacional. Los nuevos proyectos planeados para el 2021 en sectores del oro y cobre, son una de las promesas para la economía nacional y regional. Mediante inversión extranjera directa se espera recibir un aporte cercano a los 2,7 billones de dólares y posterior a que el proyecto se ejecute, en términos de empleos y de regalías, se estima un total de 45.000 empleos directos y 350.000 millones de pesos de regalías para las regiones.
Las exportaciones es uno de los pilares fundamentales que hacen que la industria minera sea determinante en la economía nacional.
Juan Camilo Nariño, Presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM) y expositor del segundo conversatorio del Encuentro RS Minería Posible, visibilizó el compromiso del sector en incrementar las exportaciones en el país con cifras muy valiosas:
En regiones como Cesar y La Guajira, la industria minería es uno de los mayores generadores de empleo. Alrededor de 20.000 empleos generó El Cerrejón en La Guajira, y en el Cesar, además de generar empleo, las empresas mineras promueven la contratación de bienes y servicios, apoyan a las comunidades a través de sus programas de responsabilidad social y generan proyectos de inversión social de alto impacto.
La actividad minera ha traído progreso a estas regiones como a muchas más del país, además no ha impedido que se desarrollen otras actividades importantes como la ganadería, la agricultura o el turismo, sino que por el contrario ha trabajado con ellas para un crecimiento en conjunto.
Bajo el ámbito medioambiental la conversación se torna hacia la transformación energética. Partiendo del hecho de que cerca de la cuarta parte de la energía del mundo la genera el carbón, cuando el cambio climático se vuelve prioridad en la agenda global, la presión que surge es hacia sustituir la generación de energía de fuentes como el carbón u otros combustibles fósiles hacia nuevas fuentes de energía.
Sin embargo, la demanda masiva de energías limpias sigue requiriendo de la minería para su ejecución. El litio, el magnesio y muchos otros minerales son esenciales para hacer posible la transformación energética, para construir molinos de viento, paneles solares, baterías y movilidad eléctrica. Es aquí donde la minería sostenible adquiere una responsabilidad muy grande, la de preservar y fomentar las condiciones de vida, garantizando que las futuras generaciones puedan acceder al avance que este sector genera, más allá de beneficiarse de la minería como tal.
Para entender la magnitud de la demanda de minerales para este fin, es pertinente citar una cifra del Banco Mundial: “De hoy al 2040 con una transformación energética exitosa, la demanda de minerales puede ser mayor a la de todos los minerales que se han utilizado en los últimos 50 años”.
Frente a todos estos impactos positivos que la industria minera genera en diferentes ámbitos, uno de los retos más grandes es comunicar apropiadamente lo que se está realizando en términos de responsabilidad social, más allá del impacto económico que genera la industria minera, el cual es de conocimiento de muchos.
El sector minero es uno de los primeros y de los pocos en el país en pertenecer a la iniciativa del SDG Tracker promovida por el Departamento de Planeación Nacional, en donde mediante una metodología clara es posible aportar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Partiendo de la legalidad y de los esfuerzos que se están haciendo por promover el desarrollo sostenible en los territorios, es de donde se sugiere partir para construir el diálogo sobre minería sostenible.
Posterior a ello, es importante entender que la comunicación y el relacionamiento en el territorio permanente, es un punto clave para empezar a cambiar el imaginario colectivo sobre la industria, entendiendo que debe prolongarse y que debe consolidarse en buenos términos. Esta conversación debe llevarse a cabo con muchos sectores y debe ser más incisiva con aquellos que ven a la minería con recelo, dándoles a entender que todos pueden crecer de la mano.
Así mismo, es muy importante mantener a la sociedad civil informada, mostrarle cómo se explora, se extrae y se reconstruye, visibilizando el compromiso del sector con el territorio. La sociedad debe conocer los esfuerzos que hace la industria para generar un aporte en la economía nacional, para apoyar al desarrollo de las comunidades y a la transformación energética en pro del cambio climático.
Como conclusión, entendiendo que en el entorno de esta conversación está presente la desinformación y muchos intereses están enfrentados, Tomás González, ex-Ministro de Minas y Energía. Partner en EConcept AEI y expositor del último conversatorio del Encuentro RS Minería Posible, propuso en este espacio 3 principios básicos para llevar a cabo este nuevo relato sobre la minera responsable:
Avanzar en este nuevo relato depende de un término que se está promoviendo por parte de Drummond Ltd. y es la corresponsabilidad, el cual promueve la idea de que cada sector debe entender cuál es su responsabilidad específica en pro de la minería sostenible. Drummond Ltd. por su parte, entendió que no solo son una compañía minera sino también son un ciudadano corporativo y a partir de allí comprendieron su relación con el gobierno y con las necesidades de las comunidades, para así encontrar programas específicos que atendieran estas problemáticas.
El Encuentro RS Minería Posible fue un punto de partida para generar una nueva conversación sobre la minería sostenible y responsable en Colombia, el cual se llevó a cabo gracias al apoyo de Portex – Reputación Corporativa y Good, Comunicación para el Desarrollo Sostenible.