Sabes cuál es el papel de la mujer en la minería en Colombia
Los lineamientos internacionales son imprescindibles para la comercialización de oro en Colombia ya que estos buscan principalmente garantizar los derechos humanos y prevenir el lavado de activos y la financiación del terrorismo. Así lo han afirmado analistas mineros y expertos en el sector aurífero, luego de que se conociera el más reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Este afirma que solo el 39% de la minería de oro en el país es de operación legal.
El informe indica que la mayor parte de la explotación de oro sucede en territorios ambiental y socialmente vulnerables, donde la ilegalidad se expresa de diferentes maneras y la minería de subsistencia se ve estigmatizada, siendo generalmente descrita como una minería criminal y depredadora, generando vulneraciones a los derechos humanos de quienes la llevan a cabo.
“De tiempo atrás se ha venido estigmatizando uno de los oficios ancestrales de la historia del país como es la minería de subsistencia, a la que muchos sectores del Estado han buscado criminalizar bajo el pretexto de que toda actividad que implique la extracción de recursos naturales sin gozar de título que lo autorice es ilegal”, señaló Guillermo Reyes, experto en Derecho Minero.
A pesar de la implementación de políticas locales y de las recomendaciones de carácter internacional, no existe un marco legal global que rija la industria del oro; sin embargo, los estándares de la OCDE para suministro de minerales procedentes de zonas de conflicto y alto riesgo, podría convertirse en una condición imprescindible para comercializar oro desde Colombia hacia los mercados internacionales.
Leonardo Güiza Suárez, director del Observatorio Colombiano de Minería de la Universidad del Rosario (OCMI), destaca la importancia del compromiso que comercializadores de oro han manifestado querer hacer oficial a través de la declaración del cumplimiento de los lineamientos de la OCDE para la debida diligencia de los riesgos en la cadena de suministro de mineral. El experto asegura que en el país aún faltan cosas por mejorar en materia minera, pero resalta que se han incrementado los estándares para llevarla a unos mejores niveles de cumplimiento, no solo en lo ambiental, sino también en lo social y lo económico.
¨Los lineamientos internacionales deberían convertirse en un requisito para la exportación del oro colombiano. Si bien hasta el momento los parámetros que brinda la OCDE se han venido teniendo en cuenta como recomendaciones, estos podrían llegar a tener un carácter vinculante y convertirse en un soporte adicional y condicional de regulación. Quienes están involucrados en la exportación de oro y hacen parte de la cadena de suministro saben que el análisis de riesgos para garantizar la transparencia de las transacciones es sumamente controlado, por ejemplo, por el sector bancario, lo cual avala que ningún involucrado en la industria debería estar en desacuerdo con que todo pueda ser claro y transparente, con el fin de generar las sinergias necesarias para que la minería le dé al país lo que de ella necesita.¨ Asevera Luca Altamura, experto en Derechos Humanos, Conflictos Comunitarios y Gerente General de Seasif Pacific.
El rostro de la mujer minera: estrategia de empoderamiento
Según estudios del Observatorio Colombiano de Minería OCMI, el trabajo de las mujeres en las minas es informal y se basa en su mayoría en el rebusque. Teniendo en cuenta esta situación, las mujeres mineras no cuentan con un salario fijo y no tienen acceso a garantías laborales como seguridad social y licencia de maternidad. Sumado a lo anterior, la actividad minera desarrollada por las mujeres se caracteriza por su alto grado de inestabilidad e intensificación laboral. En cuanto a este último aspecto, las jornadas laborales de las mujeres mineras presentan diferencias sustanciales frente a los hombres, ya que históricamente las mujeres han tenido la responsabilidad social de crianza, lo que conlleva a que adicional al trabajo minero, deben encargarse de los cuidados familiares y domésticos. Así mismo, lo que reciben de la actividad, lo invierten en otorgar bienestar y calidad de vida a sus familias, lo que difiere del comportamiento usual del hombre minero, que gasta una parte significativa de sus ingresos en el ocio.
Para ellas, la concreción de la política minera en sus territorios implica transformaciones especialmente radicales en sus vidas. Tradicionalmente son vulneradas en sus derechos, amenazando su soberanía alimentaria, la salud, su papel al interior de sus comunidades y culturas.
Proyecto de investigación
Con el propósito de examinar esas particularidades y generar sinergias entre las mujeres que trabajan en minería en Colombia, en los próximos días se iniciará un proyecto de investigación entre la Universidad del Rosario y Seasif Pacific; que busca generar una estrategia de empoderamiento desde la comercialización del oro, en la que se reconoce a la mujer como eje del desarrollo social en las regiones donde ha tenido que recurrir al trabajo minero para lograr el sustento. Los resultados de este proyecto tendrán sus primeras conclusiones y propuestas específicas para estas prácticas y todas las mujeres colombianas involucradas, en el primer trimestre de 2021.
Con este aporte, la Universidad del Rosario y Seasif esperan disminuir la brecha de las desigualdades de género que existen en la actividad minera, a partir de una mejora en las condiciones de comercialización del oro que producen.