Huella de carbono y el impacto ambiental del teletrabajo
La pandemia y el teletrabajo han provocado diferentes efectos positivos y negativos para el medio ambiente. La disminución en el uso de vehículos durante las jornadas de aislamiento favoreció la reducción en las emisiones de CO2; sin embargo, el trabajo en casa y el auge del uso de dispositivos electrónicos ocasionó un aumento en la huella de carbono.
Tras la necesidad de preservar el medio ambiente e impulsar el desarrollo sostenible, se han incorporado prácticas ambientales dentro de las organizaciones; no solo con el fin de reducir las emisiones de CO2 generadas durante la elaboración de productos o servicios; sino, además, para responder a la necesidad de tener procesos más eficientes y responsables desde el trabajo desarrollado por el capital humano.
¿Qué es la huella de carbono y cómo se puede calcular?
El término ‘huella de carbono’, según los expertos, se utiliza para referirse a la totalidad de Gases de Efecto Invernadero -GEI-, emitidos en el desarrollo de las actividades humanas. Esta puede ser abordada dependiendo del enfoque o alcance específico de la actividad. (Enfoque corporativo, desde el ciclo de vida de un producto/servicio, personal, de eventos, territorial, o de una industria específica). Para definir y medir cada uno de estos enfoques existen diferentes protocolos o metodologías reconocidas internacionalmente.
En el ámbito corporativo, la huella de carbono se ha convertido en un indicador de sostenibilidad. Se utiliza para cuantificar el impacto ambiental y la cantidad de gases que emite la organización, directa o indirectamente, durante el desarrollo de sus actividades.
Para calcular la huella ecológica corporativa existen diferentes estándares. Entre ellos destacan el PAS 2050, el protocolo GHG o la norma ISO 14064. El cálculo se realiza recopilando datos referentes al consumo de materiales y energía y traduciéndolos en emisiones de dióxido de carbono equivalentes.
Por otro lado, la huella de carbono personal puede calcularse teniendo en cuenta los hábitos de consumo. Por ejemplo, los correos electrónicos, la luz de la oficina y los dispositivos tecnológicos son elementos cotidianos que incrementan la huella de carbono. De acuerdo con un informe del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en promedio, un colombiano emite 4 toneladas de carbono al año.
Actualmente, existen múltiples herramientas que permiten medir la huella de carbono personal a través de calculadoras. Esto favorece la identificación de aquellos hábitos que resulta importante replantear para disminuir el impacto ambiental sin afectar el desarrollo de las actividades diarias. Una de las calculadoras más utilizadas en Colombia es la de Fenalco Solidario.
3 acciones claves para reducir las emisiones de CO2 durante el trabajo en casa:
Para reducir la huella de carbono es importante, en primer lugar, reconocer qué actividades están generando mayor impacto y de qué forma se pueden reemplazar. Acciones como optar por bombillos ahorradores LED, imprimir en papel reciclado o reducir el tiempo en la ducha, pueden disminuir las emisiones de CO2. Sin embargo, existen otras tareas del día a día que, aunque no lo parezca, generan un gran impacto y en ocasiones no son consideradas.
Aunque se ha catalogado el teletrabajo como un aliado en el cuidado del medio ambiente, la rutina laboral en casa provocó que las telecomunicaciones y el comercio a través de internet se elevaran, incrementando así las emisiones de CO2. A continuación, te presentamos 3 formas de reducir la huella de carbono con acciones sencillas durante el trabajo en casa.
1. Mantén limpio el correo electrónico:
Los correos electrónicos y la información de internet se almacenan en lugares físicos, por lo que requieren de altas cargas de energía y emiten un gran número de CO2. Louis Balladur, cofundador de CleanFox, asegura que “Cada email que llega a tu bandeja de entrada y se queda ahí, sin abrir, sin borrar, produce la misma contaminación que cada bolsa de plástico que decides no comprar cuando vas al supermercado”. Es por esto que revisar a diario la bandeja de entrada del correo electrónico, evitar los correos basura o spam y borrar aquellos que ya no son esenciales, es una forma sencilla de contribuir en la reducción de la huella de carbono.
2. Si no es necesario, no enciendas la cámara:
Así como la información de los correos electrónicos se almacena en lugares físicos, los datos de navegación también. En un estudio publicado en la revista Resources, Conservation & Recycling, se asegura que solo una hora de videoconferencia o transmisión emite de 150 a 1.000 gramos de dióxido de carbono, requiere de 2 a 12 litros de agua y un área de tierra del tamaño de una tableta pequeña. Sin embargo, el informe presenta también una alternativa para disminuir el impacto de las videoconferencias: “apagar la cámara durante una videollamada puede reducir esta huella hasta un 96%”.
3. Desconecta los cargadores de tus dispositivos móviles:
Existe algo conocido como “vampiros de energía”, y son aquellos dispositivos que permanecen conectados aunque no se estén usando. El ejemplo más común son los cargadores. Aunque estos dispositivos no estén cumpliendo ninguna función mientras permanecen conectados, sí están consumiendo energía y, por ende, contribuyendo al cambio climático. ¿Por qué? Los aparatos electrónicos disponen de un transformador interno para convertir la corriente alterna en continua de bajo voltaje; este transformador permanece siempre conectado a la red y produce un pequeño consumo.
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Purdue, la Universidad de Yale y el Instituto de Tecnología de Massachusetts, a pesar de una caída récord en las emisiones globales de carbono en 2020 tras la pandemia por el COVID-19, el uso de internet en trabajo remoto y entretenimiento en el hogar aún presenta un impacto ambiental significativo, debido a la forma en que los datos se almacenan y transfieren en todo el mundo. Para contrarrestar este aumento, resulta importante reconocer y replantear las actividades del día a día en pro de disminuir la huella de carbono personal.