Noticias

En muchas ocasiones, las personas tienen el hábito de soñar con lo que otros tienen: con el carro de su jefe, con el matrimonio de su mejor amiga o con el viaje de sus sueños. Sin embargo, la pregunta clave no es ¿por qué no puedo hacer lo mismo?, lo realmente importante es responder  ¿qué está haciendo para lograr que eso que tanto quiere sea su nueva realidad?  y  ¿qué le impide lograr aquello que tanto sueña?

Según Juan Camilo, el mayor obstáculo para implementar la innovación es que cada persona tiene una idea diferente de lo que significa. “Muchas veces creemos que las empresas o las instituciones son quienes innovan, pero en realidad las empresas no innovan, innovan las personas”.

“Para las empresas, la innovación es una herramienta que les permite diferenciarse, tener una ventaja sobre sus competidores, aumentar ventas, reducir los costos y atraer a colaboradores talentosos”, afirma Rincón. Por otro lado, para las personas es algo más íntimo, es una forma de superarse, de desarrollar su potencial y de mejorar su satisfacción, hacer que la vida no se convierta en una rutina y que siempre exista la posibilidad de hacer cosas nuevas, mejores y diferentes.

Todos los seres humanos son creativos cuando deben solucionar problemas en el trabajo, cuando hacen una regalo para su pareja o incluso, cuando deben preparar una receta de cocina. Sin embargo, en la mayoría de los casos su creatividad sale a flote cuando está pasando por un momento difícil, cuando la necesidad los obliga a generar nuevas ideas para salir bien librados de alguna crisis. En ese momento que se implementan y llevan a la acción esas ideas, es cuando realmente se dan muestras de innovación. 

Tomar la decisión de cambiar o de innovar, en muchos casos, suele ser difícil porque significa salir de la zona de confort: arriesgarse, probar, equivocarse y resurgir. Según la experiencia de Juan Camilo, son tres las barreras que nos impiden ser innovadores: 

El miedo es una de las barreras más complicadas de vencer, no es real ni físico y por eso, se vuelve tan difícil de superar, “mata esperanzas, te pone en un hospital y te detiene hacer algo que eres capaz de hacer, pero no lo haces porque te paraliza”. 

Lo más común es tener miedo al fracaso, al rechazo o a defraudar a alguien, ese sentimiento es el que nos lleva a no intentarlo. En los momentos de crisis es cuando más está presente y es cuando más debemos valernos de él para reinventarnos. 

Grandes empresas han nacido a raíz de las grandes crisis, hoy nuevos modelos empresariales que se están gestando nos sorprenderán tiempo después. En la actualidad, el 28% de las compañías han tenido que cambiar su modelo de negocio o hacer alianzas estratégicas con el fin de llegar a sus clientes. Esa incomodidad de muchos es la nueva comodidad de otros, depende de cada quien avanzar por aquello que siempre ha querido seguir. 

El empoderamiento es otra de las barreras que debemos superar para lograr la innovación personal. Levantarnos más fuertes de las caídas o crisis, encontrar una fuente de energía que nos haga más poderosos (la familia, el trabajo, los hijos, los sueños), persistir en aquello que creemos y seguir nuestra intuición, son las claves para vencer esta barrera. 

Con autoestima y confianza lograremos cambiar nuestra propia realidad, tomando poder sobre la vida y no dejando que el día a día tome el control.

Y por último, la tarea está en vencer uno de los hábitos más comunes del ser humano, la procrastinación. Aplazar o postergar lo importante dándole prioridad a lo fácil y lo divertido es un hábito que debemos vencer cuanto antes. 

Siempre existen excusas cuando se trata de hacer eso que siempre hemos querido hacer y que llevamos postergando mucho tiempo, si ya se vencieron las otras barreras, ¿por qué no tomar la decisión de cambiar para ver resultados diferentes?

Así como frente a cualquier obstáculo podemos sobreponernos y frente a cualquier caída nos volvemos a levantar, Juan Camilo nos invita a aplicar cinco herramientas claves para superar estas barreras e iniciar el camino hacia la innovación personal:

• Define un propósito: ten claridad a dónde quieres llegar, qué debes hacer para lograrlo, qué problemas puedes tener y determina el alcance. Pequeños cambios impactan para iniciar un proceso de innovación personal.
• Reúne información para cumplirlo: cifras, artículos, mejores prácticas, entrevistas. Confía en tu intuición, así conocerás de frente el problema y sabrás qué camino tomar.
• Diseña un plan de acción: este te llevará al éxito. Detalla los pequeños pasos y define una fecha límite.
• ¡Actúa!: ejecuta ese plan, que no se quede en el papel y que no tengas que mover las fechas ya establecidas. Tenlo presente todos los días de tu vida.
• Levántate, evalúa y vuelve a intentarlo: puede que encuentres tropiezos en el camino, negativas y obstáculos; quizas  caigas, pero nunca desfallezcas. Evalúa cuáles errores se presentaron, cambia, mejora, mira otros caminos, pero nunca pierdas el propósito final. Enamórate del problema, no de la solución.