Inversión de impacto, el camino para un futuro sostenible
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en Crecimiento Económico
La inversión de impacto es una industria que promueve el bienestar social y la protección medioambiental, sin perder un retorno de rentabilidad. De hecho, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas define este concepto como la colocación de capital en empresas sociales y otras estructuras con la intención de crear beneficios sociales y medioambientales más allá del rendimiento financiero.
Además, el Global Impact Investing Network -GIIN-, considera que las inversiones de impacto son “aquellas inversiones en compañías, organizaciones y fondos con la intención de lograr un beneficio social o medioambiental para la comunidad, y a la vez un retorno financiero para el inversionista”.
Por esta razón, se puede comprender la importancia de estas inversiones en la sociedad y en las empresas. El objetivo de la inversión de impacto es potenciar el desarrollo social y del medio ambiente, aspectos que en la actualidad son vitales para la protección de la vida en el planeta.
Debido a esto, la Organización de las Naciones Unidas -ONU- estableció la Agenda 2030 que cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS-, los cuales tienen la finalidad de:
- Proteger el planeta
- Disminuir la contaminación y los gases de efecto invernadero
- Generar igualdad de condiciones
- Disminuir la pobreza
- Entre otros.
De ahí que las empresas estén empezando a implementar estrategias para fomentar los ODS; entre ellas se encuentran las inversiones de impacto.
¿En qué se diferencia la inversión de impacto de las otras inversiones?
Existen diversos tipos de inversiones; no obstante, la inversión de impacto es aquella que busca un balance entre la rentabilidad financiera y la generación de impacto positivo. Según el texto “ESG Desmitificando las Inversiones de Impacto”, elaborado por Deloitte, hay diversos conceptos de inversiones, los cuales son:
- Inversiones tradicionales: Son aquellas inversiones que priorizan la rentabilidad y no tienen en cuenta el impacto.
- ESG – Inversiones Responsables: Inversiones en empresas que actúan con criterios ambientales, sociales y de gobernanza.
- Inversiones de impacto: Son aquellas que cumplen con el objetivo específico de lograr un impacto social y/o medioambiental positivo, así como la rentabilidad financiera. Estas inversiones son realizadas con la intención de generar un impacto social y ambiental positivo junto con un retorno financiero.
- Filantropía de riesgo: Inversiones en organizaciones con fines sociales. Son las acciones que sirven para financiar compañías de pequeño o mediano tamaño.
- Filantropía tradicional: No se consideran una inversión, sino una donación donde el mercado no llega por la falta de rentabilidad financiera.
¿Las inversiones de impacto son rentables?
En los últimos años, la inversión de impacto ha crecido y ha empezado a ser un aspecto fundamental en las empresas. Por ejemplo, según Spainsif:
La inversión responsable en España supera los 210.000 millones de euros gestionados, mientras a escala internacional se eleva por encima de los 30,7 billones de dólares.
Del mismo modo, el informe “Inversión de impacto: Capitalismo y Sostenibilidad’, elaborado por Fundación PwC y Open Value Foundation, estima que en 2019, este tipo de inversión aumentó un 37,5% con respecto al año anterior. Adicionalmente, alcanzó los 715.000 millones de dólares a nivel mundial en términos de activos bajo gestión.
Asimismo, el estudio de GIIN Perspectives: Evidence on the Financial performance of Impact Investments concluyó que los inversores de impacto que buscan rentabilidades a tipos de mercado pueden conseguirlas. No obstante, es necesario tener en cuenta que en las inversiones de impacto, al igual que en las convencionales, el rendimiento puede variar de un fondo a otro. Por lo que es fundamental una selección adecuada del administrador de fondos para un buen rendimiento y resultado.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede decir que las inversiones de impacto han llegado para quedarse ya que juegan un rol importante para fomentar el bienestar de la sociedad y del medio ambiente.
Las empresas con este tipo de inversiones han empezado a destacarse por encima de otras organizaciones. De hecho, con una adecuada investigación pueden lograr la rentabilidad e impactos positivos.
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