La mujer en el sector minero energético
Por: Jennifer Bellon, Directora de Asuntos Públicos de CAMPETROL
Como mujeres, llevamos miles de kilómetros recorridos para llegar a lo que hoy, podríamos decir es un país con oportunidades. Pero, ¿son verdaderas oportunidades o simplemente nos hemos dado cuenta que tenemos oportunidades de mejora? Si somos tradicionales, podemos afirmar que las mujeres vivimos épocas de nuevas ofertas laborales: podemos ocupar altos cargos en compañías pero ¡ojo! según un reciente análisis del Centro de Estudios de Gobierno Corporativo del CESA, en Colombia hay solo una mujer por cada 15 hombres en una junta directiva, entonces “buena suerte, ojalá te den el trabajo”.
Si somos tradicionales, ya no somos amas de casa, claro que no. Ahora podemos buscar nuestra verdadera pasión y esforzarnos por alcanzarla; buenísimo. Pero ¡ojo! Si tu pasión es el deporte, debes tener en cuenta que, según el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, el 24% de las mujeres a nivel mundial obtienen aproximadamente 30% menos ganancias que los hombres, entonces, “mejor busca algo que te paguen bien, cocina por ejemplo”.
Esta serie de discordancias que surgen de la palabra “oportunidades” me han acompañado en mi camino profesional durante 14 años. La industria minero energética, si somos tradicionales, es un sector masculino, tradicionalmente liderado por hombres y si bien las recientes tendencias de inclusión y diversidad de género nos han permitido aspirar a entrar en él, tenemos mucho kilómetros más por andar. De hecho, los estoy andando y estoy segura que el camino es largo.
Para la muestra un botón. Si tenemos algo que contar, lo contamos. Y si lo contamos, tenemos cifras. Lastimosamente, son pocos los datos oficiales sobre la situación laboral de las mujeres en el sector minero energético. Poco se conoce en qué niveles están, en cuáles campos profesionales laboran, cuál es su porcentaje de promoción y desvinculación y dónde se encuentran las barreras más determinantes para su acceso y permanencia. Aquí SÍ tenemos oportunidad de medición.
Pero sí sabemos una cosa, según el estudio sectorial de género SME 2020, el 64,8% de las empresas del sector indican tener una estrategia para alcanzar la equidad de género y promover el liderazgo femenino. Sin embargo, solo el 23,9% lo han traducido en compromisos formales o en acciones concretas. ¿Es oportunidad porque nos beneficiamos de ese 23,9% u oportunidad de mejora para aumentar el número?
Este sector es un pilar fundamental para la economía colombiana. Durante 2019 a través del Servicio Público de Empleo, se generaron más de 165.000 vacantes de trabajo en la industria de hidrocarburos. Estos empleos permiten que los habitantes de las regiones productoras busquen nuevas oportunidades de desarrollo laboral y personal y aumentar el porcentaje de mujeres que trabajan en el sector minero-energético no solo responde al legítimo derecho de igualdad, sino que también, responde a la necesidad de ampliar la mano de obra calificada que requiere la industria y al caso de negocio que conlleva mayor diversidad para la sostenibilidad del sector.
Las oportunidades en esta industria son buenas, dicen, “tú eres un ejemplo de mujer en esta industria” dicen pero entre el balance del conformismo y el verdadero beneficio de las oportunidades que hay actualmente en el país, si somos tradicionales, debemos decir “la mujer debería dedicarse a otras cosas”. Eso debe cambiar, las oportunidades deberían ser eso: oportunidades. Necesitamos mujeres que, si somos tradicionales, deben seguir siendo oportunistas, optimistas, asertivas, pero sobre todo, consistentes. Nuestras oportunidades no deberían estar condicionadas a las mejoras; deberían ser mejores oportunidades. Y sí, tradicionalmente podemos decir que vamos bien, pero esa tradición debe convertirse en inclusión.
Para leer más información como esta en nuestro sitio web.