Las nuevas alternativas para unificar familias refugiadas en el Norte de Santander
Según información del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF alrededor de 4.334 niños, niñas y adolescentes están en búsqueda de una familia. Del total de esta cifra, el 69 % fueron declarados en adoptabilidad y apenas un 3,5 % se reintegró a su núcleo familiar
Actualmente, 63.994 niños, niñas y adolescentes se encuentran hoy bajo protección del ICBF por diferentes razones, y además, están atravesando procesos administrativos que buscan restablecer sus derechos.
De hecho, desde 2014 la cifra de abandonos ha crecido anualmente, siendo más repetitivo este escenario en Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca, Cundinamarca y Caldas. Sin embargo, aunque estos menores están a cargo del ICBF, teniendo la oportunidad de gozar de un techo, comida, educación y protección, hay quienes cumplen la mayoría de edad sin lograr encontrar una familia.
Precisamente, en búsqueda de adelantar un trabajo humanitario en el país, la organización Bethany Christian Services, dentro de su plan de trabajo para prestar servicios para refugiados en distintas zonas colombianas como Cúcuta y Bogotá, se encuentran poniendo en marcha programas de promoción del deporte que generen un gran impacto en las comunidades locales de familias refugiadas, logrando que mejoren sus condiciones anímicas y psicológicas.
De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, desde mediados de junio hasta mediados de julio al menos 167 personas (50 familias), 120 de nacionalidad venezolana y 47 pertenecientes a una
comunidad indígena Wayú, se desplazaron desde el Estado de Zulia, sector Caño Motilón (Venezuela), hacia zona rural de Cúcuta (Colombia).
Para dar apoyo a las cifras de desplazamiento y familias refugiadas en el Norte de Santander, la organización Bethany, desde 2019 ha implementado cerca de 156 talleres deportivos dirigidos a los beneficiarios, en los cuales se ejecutan talleres enfocados en espacios deportivos, actividades lúdicas y recreativas, logrando así un desarrollo de las habilidades sociales de los niños, niñas y adolescentes.
Sobre esto, William León Higuera educador deportivo para B.C.S, explicó que si bien la organización Bethany Christian Services se encuentra trabajando en el país desde el año de 1984, la gran apuesta que tienen es promover el deporte y los estilos de vida para los niños, niñas y adolescentes de la población venezolana que busca refugio en Colombia.
“Creemos que a través del deporte, actividades lúdicas, recreativas y entornos infantiles podemos lograr que los menores de edad mejoren su sentido de amor propio, sus condiciones psicológicas, al tiempo que se mantienen alejados de caer en la explotación laboral infantil o en situaciones de violencia.”, indicó William León Higuera.
En ese sentido, aspectos como el físico, psicológico, social y ético se han convertido en los pilares para adelantar interacción, conductas asertivas, o simplemente, evitar la soledad, de acuerdo con un estudio de la Universidad del Valle. De hecho, esta Institución de Educación Superior, en su investigación explica que los deportes competitivos, como el fútbol o el atletismo, son los más practicados, pues dan salida a sentimientos como la incapacidad, la frustración, el autoconcepto y la autoestima.
Adicionalmente, este tipo de competencias invitan a que los jóvenes se integren y participen en actividades de las cuales obtengan satisfacción personal y los lleve a vivir una vida plena con bienestar integral.
Ahora bien, actividades deportivas, extra deportivas, artísticas, culturales y sociales, que ayuden como proceso y herramienta de cambio para formar, proteger educar, favorecer y permitir el crecimiento de los niños, niñas y adolescentes de la región, hacen parte de las estrategias que ha venido implementando la organización Bethany Christian Services para beneficiar a más de 500 niños, niñas, adolescentes y jóvenes desde el 2019 en el Norte de Santander.